Cuatro paredes y 100 años de historia.

«La edificación se encuentra en una zona llana, elevada y equidistante de los ríos Sella y Piloña. En el margen de la carretera local […] que une Santianes del Terrón y la capilla de San José.

El paisaje circundante está muy humanizado, con padrerías extensas entrelazadas con zonas boscosas y diferentes vaguadas que bajan a los dos ríos antes citados. Es una zona del municipio que cuenta con pendientes suaves que permiten las vistas más distantes del paisaje espectacular del oriente de Asturias.» 1

Desde el bajo cubierta de la fachada sureste se pueden apreciar Los Picos de Europa, al fondo, y la Cerica en un plano más cercano. A su vez, la parte trasera de la casa ofrece vistas a la sierra de El Sueve.

Ubicación de las edificaciones en el terreno. Fotografía extraida de la «Consulta sobre el valor arquitectónico de un conjunto de edificaciones tradicionales en S.N.U de interés agrícola.»

Dichas edificaciones se encuentran en completo desuso,  aunque los propietarios tienen pretensión de rehabilitar la vivienda  manteniendo los más característicos elementos  arquitectónicos. 

La casa se encuentra en un entorno que favorecía la economía del hogar,  cuyas principales fuentes de sustento eran la agricultura y la ganadería. Los animales estaban en las parcelas que rodeaban  la vivienda, facilitando así la labor. Así mismo, el terreno del que se disponía era utilizado minoritariamente para el cultivo de alimentos dedicados al autoabastecimiento. 

La edificación principal, la conocida como “Casa del pan”2 , presenta una distribución muy característica de las edificaciones   de la época (1920). En la planta baja, donde se encuentran la cocina, el comedor y la despensa, se desarrollaba la vida diurna; Mientras que la planta superior, dedicada al descanso, cuenta tan solo con habitaciones. 

Fachada sureste de «La casa del pan». Julio de 2017. Foto extraída del álbum familiar.

La distribución de la casa y los detalles arquitectónicos, como la escalera de tres tramos, denotan que se buscaba algo más que la funcionalidad en la construcción de la casa. Esto puede observarse de igual manera tanto en sus dimensiones, como en los materiales empleados en su construcción. Se podría definir como una «arquitectura diferenciada», debido a que el ser propietario de los terrenos que la rodeaban no garantizaba la obtención de los suficientes recursos para la intervención en el mantenimiento de la misma.

Es frecuente atribuir estos conjuntos a un dinero de procedencia indiana.

1 Consulta sobre el valor arquitectónico de un conjunto de edificaciones tradicionales en S.N.U de interés agrícola. Valdeladuerna, Romillín. Concejo de Parres, Asturias. Julio de 2017. Arquitecta Ana Llano Valle.

2 La casa del pan recibe su nombre debido a que los propietarios actuales, que se criaron en la zona, recogían todos los días el pan que el repartidor les dejaba en el pórtico de dicha casa.