• Identificación del recurso: El barco de madera tallada
  • Localizacion/acceso: Nieda, Cangas de Onís, Asturias
  • Estado de conservación: nuevo, en uso
  • Creador: Antonio Martínez
  • Informadores: Antonio Martínez
  • Bibliografía: no se conoce
  • Autora: Helena García Medina

Helena García Medina. Este barco fue realizado por un hombre con una gran experiencia en trabajos con madera. Con su imaginación y habilidosas manos, creó un barco único y especial que perdurará por mucho tiempo. El proceso para darle esta forma es realmente complicado y hay que tener mucha paciencia durante su composición.

Lo primero que hay que hacer, es saber elegir el tronco perfecto, ya que dependiendo de ello, el trabajo será más o menos complicado. También debemos tener en cuenta el tipo de herramientas que vamos a usar para darle forma y que la madera quede bien tallada. Además, es preferible tener un diseño sobre el tipo de barco que se quiere crear para que sirva de guía.

Cuando Antonio llegó a la parte de cortar la madera, él suele en casi todos sus trabajos usar herramientas como una sierra de banda. Así es como fue cortando la forma básica que tendrá el barco. Para irle dando forma al casco de nuestra figura, decidió usar cinceles, gubias y cuchillos de tallar. Se suele empezar con las formas más grandes y, tras esto, se pasa a los detalles. Comenzó a desbastar la madera trabajando desde la zona de la proa hacia la popa. Este término se le conoce como el proceso de eliminar grandes cantidades de la madera que estamos trabajando. De esta manera, nos acercamos más fácilmente a nuestra forma deseada. Cuando realizó todos estos pasos y ya tenía la forma del casco del barco, comenzó a tallar los detalles que terminaron dándole esta forma tan realista. Talló la cubierta, los mástiles y el soporte donde se sitúan los marineros para saber cuándo están llegando a tierra.

Para los detalles más pequeños, usó herramientas más precisas. No puede faltar la parte del lijado de las piezas, ya que es uno de los procesos que más se notarán al finalizar el trabajo. Empezó con un papel de lija grueso y a medida que la madera iba quedando lisa, pasó a usar una lija más fina. Una vez acabado todo esto, empezó a ensamblar todas las partes talladas y a montarlas en el barco con pegamento. Con paciencia, también añadió las escaleras de hilo blanco dándole un toque más realista. Seguido de esto, corto varios trozos de papel, dibujó el escudo en todos y los pintó de color rojo y azul. Con la pequeña bandera hizo lo mismo. Tras esto, le añadió los detalles como las cadenas con las anclas y los aros pegados en fila por los lados del barco simulando los cañones. Para finalizar, usó un tronco estable en la base, para que sirviera como soporte del barco y se aseguró de que quedara bien pegado.

Todo este proceso lo realizó un solo hombre, que con su experiencia y habilidad me dejó impresionada con el resultado. Desde mi punto de vista, conforme pasan los años le dejamos de dar importancia a este tipo de cosas, como los trabajos hechos a mano. Creo que es algo que se está perdiendo e infravalorando y no debemos dejar que esto pase. Actualmente la mayoría de los productos que compramos están hechos por máquinas, pero debemos saber que nuestras manos llegaron antes que ellas. Las generaciones futuras deben saber que, en su día, el ser humano creaba sus propias herramientas, construía casas sin ayuda de grúas y recogía la cosecha con sus propias manos. Y gracias a eso, hemos llegado hasta donde estamos ahora.