Mi bisabuelo «Ninu» subastando el pan en las fiestas de Santianes de Ola (Cangas de Onís).
La puya’l ramu
- Identificación de la acción: Puja de pan
- Lugares que emplean la técnica: Oriente de Asturias
- Uso actual: Cada vez menos usual
- Informador: José Miguel y María Dolores, mis abuelos
- Bibliografía: Fotografías familiares
- Autor: Miguel Nava Priede
La puya´l ramu es una tradición muy arraigada en los pueblos de oriente asturiano. Se celebra el día de la fiesta del pueblo, y comienza en el momento en que la comisión de festejos decora en su perímetro con roscas de pan una estructura en forma de cono hecha con madera.
Los panes quedan a la vista de los asistentes a la fiesta y el resto del “ramu” se decora con ramas de laurel, brezo y flores de la época, aportando color y belleza a la estructura. El soporte cuenta con cuatro agarraderos, dos en la parte delantera y dos en la parte trasera, que son portados al hombro por cuatro mozos o mozas.
El “ramu” en la comarca tiene como punto de partida la casa del pueblo cuya familia lo haya ofrecido al santo o virgen a la que esté dedicada su iglesia o capilla, como agradecimiento por una promesa cumplida en un acto de fe. El “ramu” sale en procesión dirección a la iglesia del pueblo a hombros de sus portadores, abriendo la comitiva el párroco, tras él gaiteros amenizando el trayecto y seguida del santo o virgen del lugar.
Una vez en la iglesia, el “ramu” se bendice y tras la misa se traslada al lugar donde se celebre la fiesta patronal, donde una persona el pueblo comienza con la “puya”: elevando los panes uno por uno, con los brazos en alto, se pide una cantidad de dinero por ellos y los asistentes a la fiesta suben la puja, quedándose con el pan el que más dinero ofrezca. El dinero que se obtiene con la venta de los panes se destina a sufragar los gastos de organización de la fiesta del pueblo.
Durante la “puya” es cuando se celebra el momento de confraternización, el momento en que regresan al pueblo aquellas gentes que un día lo abandonaron para comenzar una nueva vida lejos de allí. Al son de una gaita y un tambor que ameniza la sesión, todos ellos rememoran recuerdos de otra época y a aquellos con los que un día compartieron esos momentos y que siempre en el recuerdo estarán.