• Tipo de recurso: Lugar.
  • Identificación de recurso: El Lladuengu.
  • Características del recurso: Pozo en el cauce medio del río Sella.
  • Localización: Arriondas, Parres, Asturias.
  • Accesibilidad: Espacio público.
  • Informador: Saulo González Díaz.
  • Bibliografía: Testimonio oral del informador y diario El Comercio, Asturias.
  • Autor: Eloy González Niembro.

Eloy González Niembro. El Lladuengu es un lugar muy concurrido por los vecinos de Arriondas durante el verano.

Originalmente, El Lladuengu estaba situado en el margen derecho del Rio Sella, en la zona que actualmente ocupa la Escuela Asturiana de Piragüismo. Era una zona amplia y soleada, dónde había un campo de fútbol y se formaba una pequeña playa. En el cauce del río había una presa, cuya función era desviar el agua hacia una central hidroeléctrica, que anulaba las corrientes, formándose una gran balsa para disfrute de todos los habitantes de Parres.

La zona del Lladuengu en la actualidad ha cambiado. Como consecuencia de la desaparición de la presa, las corrientes originaron un nuevo lugar de reunión para los habitantes del concejo, debido a la acumulación de piedras y arena en el margen izquierdo del rÍo, modificando así su cauce y generando nuevas zonas de baño.

En el margen derecho del río sigue existiendo un pozo al que hay que llegar nadando desde la otra orilla, donde existen grandes piedras de diferentes alturas, que hacen las veces de trampolín y desde las que se pueden practicar saltos de diferente envergadura, de acuerdo con la pericia y valor de cada persona.

Actualmente, hay varias empresas de aventura que han dispuesto toboganes en la zona, por los que se deslizan hasta el agua las canoas que van a realizar el descenso del Sella.

Para mí, el Lladuengu es una parte muy importante de mi pueblo y de mi infancia, donde pasé mucho tiempo disfrutando de los días de verano con mis amigos. Es una zona muy apreciada por todos los habitantes de Arriondas, independientemente de la generación a la que pertenezcan, y aunque la gente ya no vaya tanto como en el pasado, siempre que volvemos allí lo pasamos bien.

A comienzos del verano, mis amigos y yo visitamos el Lladuengu para comprobar los cambios originados en el cauce durante el invierno, como consecuencia de las corrientes, impacientes por disfrutar de nuestro primer día de baño.

Un día de verano.