SIMBOLO DE UNA REGIÓN  

En Asturias existen 7 tipos de razas autóctonas de animales domésticos. Estas razas han sido un pilar fundamental para la supervivencia de la cultura de este territorio del norte de España.  

Las razas autóctonas son un conjunto de animales, cultura y tradición que todos deberíamos valorar.  

EL PONI ASTURCÓN  

Es el más antiguo de todas estas razas y el más puro. Se han encontrado yacimientos que demuestran que el asturcón lleva en Asturias más de 2000 años. Hasta el abandono del medio rural los asturcones eran abundantemente comercializados para el uso de tareas agrícolas gracias a sus característcas de pequeño, fuerte, duro y noble, además de su uso bélico durante la guerra civil. Desde finales de esta guerra varias asociaciones han colaborado para evitar su extinción. Actualmente existe la asociación de criadores de poni y raza asturcón, con el objetivo de criar el asturcón en pureza. Es un animal que vive los 12 meses del año en el exterior, a pesar de ser un animal doméstico todavía sobreviven algunos corros semisalvajes, aunque cada vez menos debido al problema de lobo. El asturcón está considerado raza autóctona en peligro de extinción, por el ministerio de agricultura, pesca y alimentación.  

LA VACA ASTURIANA DE LOS VALLES 

Es una vaca que pertenece al tronco castaño. En comparación con vacas cercanas son más grandes, las hembras suelen pesar unos 600 kilos y los machos unos 800. Entre los años 60 y 70 el número de ejemplares disminuyó debido al aumento en Asturias de razas extranjeras más rentables, aun así, actualmente tiene el mayor censo de las razas autóctonas y es la única fuera de peligro de extinción. Desde el año 81, cuando se creó la primera asociación de la asturiana de los valles se ha posicionado en la cumbre del ganado cárnico español en cuanto a calidad. En la actualidad los ganaderos las crían en dos variaciones. Vacas corrientes y vacas culonas. Estas últimas desarrollan el gen culón, una hipertrofia muscular que proporciona mayor rendimiento cárnico. En cuanto a la cría de estos animales lo más común es que estas vacas estén pastando en los prados desde finales de marzo a finales de noviembre, siempre dependiendo del tiempo. El resto de meses están en la cuadra alimentándose a base de forraje, o si el ganadero desea obtener mayor productividad cárnica, de piensos, aunque la carne dejaría de ser cien por cien ecológica, además de perder calidad.  

LA VACA ASTURIANA DE LA MONATAÑA O CASINA  

También pertenece al tronco castaño y guarda gran relación morfológica con la asturiana de los valles, aunque tienen características diferentes importantes, como el tamaño, la casina es mucho más pequeña, de ahí su agilidad en las montañas. Se cree que fue introducida hace siglos por las invasiones indoeuropeas. Los ganaderos de los concejos de Caso, Ayer y Ponga realizaron durante siglos una selección de sus animales para su adaptación a los pastos de las montañas asturianas, que dió lugar a este modelo de vaca que hoy conocemos. En los últimos años se han extendido tanto por el oriente de Asturias como por otras comunidades. Actualmente existen 12.000 ejemplares censados, aunque más de la mitad no son de pura raza. En cuanto a la forma de cría, en mayo se suben a los puertos, donde permanecen hasta el mes de octubre más o menos, cuando las nieves las echan a los pastos más bajos. En los meses más fríos, cuando escasean los pastos los ganaderos las alimentan con piensos o forrajes en las cuadras. Los partos se suelen dar también en esta época. Para comercializar esta raza todavía se organizan ferias ganaderas como la de Corao , se celebran antes y después de su estancia en los puertos. Esta raza comercialmente no es rentable ya que se saca más partido económicamente a la asturiana de los valles.  

EL GOCHU ASTURCELTA 

Lleva en nuestras tierras desde al menos el siglo 8 y se sabe que convivió con los romanos, ya que se han encontrado restos óseos en el Castro de la Campa Torres. En el año 76 desaparecieron de los censos oficiales, y, en el año 2002 cuando se creó la asociación de criadores para recuperar la raza recorrieron todo Asturias en busca de ejemplares, tan solo encontraron 3 hembras y 2 machos. Lo curioso de esta raza es que a partir de ahí creció estrepitosamente hasta contar con 100.000 ejemplares. Esto llamó la atención de criadores de ejemplares de razas en peligro de extinción de todo el mundo y numerosos biólogos han venido a nuestras tierras para aplicar las mismas técnicas de cría en sus países. Se suelen alimentar de pienso, aunque en otoño se sueltan al bosque para aprovechar los frutos secos. Todavía se celebra en muchas casas el Samartin, la matanza, aunque posiblemente de una manera muy distinta a la antigua.  

LA OVEYA XALDA 

Jovellanos ya las mencionaba cuando hablaba de los vaqueiros. Después de la guerra civil comenzaron a extinguirse debido a la plantación masiva de bosques en montes comunales que dejaron sin pasto a los ganaderos, además de la sustitución por razas más lecheras. Esto provoco que muchos ganaderos emigraran a países como Alemania o Bélgica con su ganado. Llegado el año 1982 apenas había ejemplares de xalda, y por ello en 1992, se creó la asociación de criadores de oveya xalda (ACOXA). Actualmente se crían en fincas privadas y lo ideal es que pasen los inviernos y las noches frías en las cuadras. También es conveniente que durante estos meses paran.  

LA CABRA BERMEYA 

Además de numerosos restos óseos en castros romanos, sabemos que los astures las comían y las sacrificaban en honor al dios de la guerra. Alrededor de 1900 existían unas 100.00 cabezas de cabra bermeya. Por ejemplo, en la aldea de Coto se juntaban las cabras de 7 u 8 vecinos para subirlas al monte, y se reunían unas 1000 cabras. Cada semana le tocaba a un vecino pastorearlas, esta tradición se llamaba, la becera, y se desarrollaba en muchos pueblos de Asturias. Las cusas de su desaparición fueron las mismas que las de la xalda, la plantación forestal en bosques comunales, y la introducción de razas más lecheras.  

LA PITA PINTA 

Su origen está en la gallina euskoiola. En el año 80 un veterinario inició un plan de recuperación, y en el 95 estableció un patrón morfológico, hasta que en 2003 se creó la asociación de criadores de la pita pinta asturiana. Actualmente existen 4 tipos de pita pinta según su capa, la pita pinta negra, la blanca, la negra abedul y la roxa (anaranjada).