El lavaderu de Santianes de Ola, es un espacio techado hecho de piedras donde se solían juntar aproximadamente unas 10 mujeres del pueblo con sus hijos, entre ellas se encontraba mi abuela, Aquilina. Acudían con la intención de pasar un rato agradable entre ellas compartiendo historias, noticias, anécdotas y cantando canciones populares mientras realizaban la colada.
Cuenta mi abuela que podían tardar en realizar la colada más de dos horas, ya que tenían que realizar el siguiente procedimiento:
 1. Humedecían las prendas en una riega de agua cristalina del Rio Sella (Rieguina).
 2.Extendían sobre una tabla de madera las prendas y las frotaban con Jabón de Chimbo.
 3.Después las aclaraban en el rio y las extendían en un prado, cuando estaba soleado o despejado y cuando llovía, las colgaban en un «tendalín» (tendedero compuesto por dos cuerdas que se ataban de un lado a otro) y esperaban a que se secaran.
 4.A continuación, recogían las prendas y volvían a realizar este procedimiento otra vez para acabar de limpiarlas al completo.
 5.Para finalizar, las estiraban y las dejaban secando encima de mesa, con el fin de que se arrugaran lo menos posible.

Ellas llevaban un caldero en la cabeza lleno de ropa y pastillas de jabón, la tabla de madera en el brazo y un trapo (solía ser un trazo de alguna prenda que hubiera roto o un trapo compuesto por diferentes tipos de tela que se iban encontrando y cosiendo entre sí).

Este lavadero se reformó en 1996, sin alterar su forma original para que los habitantes del pueblo pudieran seguir usándolo si tienen la necesidad.
A día de hoy, muy pocas veces al año algunas mujeres se reúnen en él y realizan la colada como anteriormente conté tratando de no perder esa bonita y antigua tradición. Mi abuela no participa actualmente ya que está viviendo en otro pueblo, pero cuenta que siente melancolía por revivir esos momentos con sus antiguas vecinas