Mi abuelo vivía en Gijón. Trabajó en una empresa que tuvo diferentes nombres a lo largo de los años. El nombre que recibió durante los años que él trabajó allí (1976-2007) fue estibadora, aunque hoy en día se llama EBHI.

La empresa se situaba en el puerto de Gijón. Se encontraba en tres puntos distintos que eran Aboño, Veriña y Musel, pero, mi abuelo trabajaba en este último, donde llegaban todos los minerales de muchas partes del planeta (Canadá, Estados Unidos…). Estos minerales eran hierro y carbón, para fundir el mineral de hierro y fabricar acero para la construcción de barcos en su mayoría. Había distintos tipos de mineral de hierro, por ejemplo: dunita, carajas, peles…

La tarea de mi abuelo era controlar las cintas que sacaban el mineral del barco. Esta tarea recibía el nombre de vigilante. Su puesto tenía como función controlar que el mineral que era transportado en las cintas llegara correctamente a Aboño. Allí se encontraban lo que ellos llamaban parque de mineral, uno para el hierro y el otro para el carbón. Para el carbón, también había distintos tipos. La empresa solo se dedicaba al transporte del mineral, es decir, para mezclar todos los tipos de carbones que recibía estibadora, tenían que pasar la mercancía de carbón a otra empresa que también se encontraba en Aboño. Esta se ocupaba de la mezcla de los tipos de carbón, una vez estaban mezclados, volvían a darle la mezcla a estibadora y esta la transportaba a Veriña.

Mi abuelo trabajó durante la mayoría del tiempo como vigilante, aunque cuando entró a la empresa empezó como peón. Cuando ya estaba a punto de retirarse pasó a ser maquinista por un problema en el oído, pero, durante poco tiempo.

En la empresa se trabajaba por turnos; de mañana (6am-2pm), de tarde (2pm-10pm) y de noche (10pm-6am). Estos turnos iban por rotación, es decir, una semana trabajaban en el turno de por la mañana, a la siguiente por la tarde y la siguiente por la noche. Descansaban dos días a la semana, añadiéndoles los días que podían coger al año, días “atípicos” que eran los que cogían aparte cuando la empresa podía.

La empresa también tenía beneficios: seguro dental, 6 pagas extras. A los trabajadores se les daba el uniforme, las botas, chaquetas, jabón…

Los trabajadores, además, iban al trabajo en autobús que les recogía lo más cerca posible de sus casas. La empresa de transporte era Autocares Mariano. Mi abuelo me cuenta una anécdota: “Autocares Mariano que nos llevaba a trabajar compró el autobús que llevaba a los del mundial y en ese autobús íbamos a Musel”.

Maquinaria de la empresa: la cinta transportadora, grúas llamadas porticas porque levantaban más peso que la grúa corriente, la roto pala para recoger el mineral y apiladores que descargaban el barco en el parque de minerales.

Era un trabajo que tenía bastante peligro. Varios compañeros de mi abuelo tuvieron accidentes mortales trabajando en la empresa. La cinta transportadora era muy peligrosa. Él me cuenta que muchos de los accidentes que vivió ocurrieron debido a que muchas veces pasaban por encima de las cintas para pasar, esquivar algo y pasar rápidamente o tropezaban y caían, entonces la cinta empezaba a funcionar, e inesperada y lamentablemente sucedían estos accidentes. También las palas de las grúas y los motores estando cerca eran muy peligrosos para ellos.

Entre los trabajadores había muy buena relación, sobre todo entre los que compartían turnos, al final acababan siendo amigos. Fuera del trabajo quedaban y se llevaban todos muy bien. Con los jefes, como en todos los trabajos, los había que te caían bien y que no te caían tan bien. Eso no quitaba que hubiera conflictos, sobre todo estos choques se daban por desacuerdos con los convenios, ya que entonces había, pero era necesaria su ampliación, y entonces se convocaban huelgas.

La empresa comenzó siendo privada, pero al final un 80% acabó siendo pública porque no quería hacerse cargo del gasto del 100 % de ella.

Era una empresa muy grande y reconocida por aquel entonces, aunque ahora ya no es lo que era. Ya no hay demanda de mineral y no se fabrican tantos barcos como antes, ya que estibadora también en parte dependía de otra empresa (Esidesa) y si esta no compraba tanto acero, cada vez iban fabricando menos. Cuando él empezó en la empresa eran 225 trabajadores y cuando él se fue quedaban alrededor de 90 personas.