El martes 15 de noviembre realizamos una visita a el llagar más antiguo de las sidrerías Trabanco. En mi opinión, la visita que realizamos estuvo muy entretenida. La guía que nos acompañó durante el trayecto fue muy amable en todo momento y explicó correctamente todo el proceso de elaboración de la sidra que realizan en sus llagares.

El lugar en el que se realizó la visita era un pueblo tranquilo y muy acogedor. Las instalaciones eran pequeñas, pero estaban perfectamente equipadas para realizar su trabajo diario. Al comienzo de la visita, nos mostró un gran árbol llamado carbayo, con una antigüedad de más de 1000 años. Seguido de esto, nos enseñó la zona en la que depositaban las manzanas tras su recogida.

Todo esto transcurre en el exterior del recinto. Tras esto nos llevó al interior del llagar donde se encontraban las prensas tradicionales. Pasamos a una amplia sala con unos grandes toneles con sidra en su interior. Pudimos degustar de una sidra dulce que, en mi opinión, tenía muy buen sabor y hablando un poco coloquial, estaba riquísima. En la misma instalación había otra sala igual que la anterior, aunque con menos toneles y al final de esta, una maya que se usaba antiguamente para el proceso de mayado.

La visita en general, fue una oportunidad de conocer más a fondo el proceso de elaboración de la sidra y una experiencia para aprender.