El pasado miércoles 15 de noviembre los alumnos de Proyecto de Investigación de IES Rey Pelayo acudimos al Museo del Pueblo de Asturias en Gijón donde nos guiaron y hablaron de diferentes aspectos de la cultura asturiana, uno de ellos fue la sidra. De esta manera, voy a explicar el origen y en qué consiste una “espicha asturiana”.
Este concepto podría definirse como una especie de reunión o encuentro alrededor de una mesa en un llagar característico principalmente por ingerir la sidra directamente del tonel en la que esta se almacena. El origen de estas, al contrario de la falsa creencia asturiana, no era “ir de fiesta”, sino que era una forma de agradecimiento a las personas que te ayudaban con las tareas del pueblo. Esto debido a que en nuestra comarca siempre ha estado muy presente el trabajo en andecha, es decir, el trabajo conjunto que se realizaba entre la gente de los pueblos como forma de solidaridad; ya fuera ayudándose mutuamente haciendo sidra, segando los prados, realizando la matanza de San Martín… La principal diferencia entre este concepto con la sextaferia, es que esta última consistía en hacer trabajos comunales, pero estos no eran de tu propiedad, sino que era trabajos que afectaban al conjunto del pueblo como podía ser arreglar los caminos del pueblo. Además, en los momentos en los que se desarrollaron este tipo de actividades, anteriores al proceso de industrialización, las sidrerías no existían. Únicamente se consumía esta bebida en los propios hogares o en las tabernas. De esta manera, no existían las famosas botellas verdes que conocemos hoy en día, y esta se consumía directamente desde el tonel; a través de un agujero taponado con un palito de madera de forma cónica llamado espicha que servía para tapar el agujero de la pipa o tonel por donde sale el chorro de sidra, de ahí la procedencia de su nombre.
Así, con el paso de tiempo, se fue implantando la tradición de llevar diferentes comidas a estas, las cuales quedaban expuestas en la mesa a modo “de pincheo”, como podían ser chorizos a la sidra, empanada… Posteriormente fue una festividad que marcaría la llegada de la primavera en Asturias, ya que al producirse durante el otoño y que, como consecuencia, su fermentación dure unos 3 o 5 meses, conmemoraba el momento en que los vecinos destapaban la primera pipa de sidra del año. Los dueños de los llagares invitaban a los vecinos para probar la sidra y pasar un buen tiempo con sus vecinos, y con el tiempo este acto fue arraigándose cada vez más a nuestra cultura, convirtiéndose en el momento de catar la sidra tras los meses de fermentación.
Fuentes:
-Trabajadora del Museo del Pueblo de Asturias, vía oral (15 de noviembre de 2023).