La sidra suele elaborarse entre octubre y noviembre porque es cuando ya enfría el tiempo.
En primer lugar, recogemos las manzanas, las lavamos y posteriormente las pasamos por un tipo de trituradora.
Cuando ya está triturada, la pasamos al llagar, en este caso es madera de cerezal. En el llagar, se va echando la manzana, el primer día no se aprieta, la dejamos que chorree sola, luego se va poniendo madera y la vamos apretando poco a poco. Pasados unos días (suele ser dos) ya echa poca sidra, por tanto, se corta (que es revolver la magaya), y esto depende de la cantidad, pero con 400kg en este caso, durante una semana (es importante aprovechar la sidra de los últimos días ya que es lo que tiene alcohol).
Una vez pasada la sidra por el llagar, la pasamos a una cuba donde fermentaremos la sidra (durante 2 a 3 meses), que es donde toda la basura sale en forma de espuma.
Posteriormente se mide con un termómetro el azúcar de la sidra, cuando está en 1000 es cuando se embotella (si por ejemplo está a 1020, la sidra seguiría siendo dulce).