El barquero en su barca en el río Piloña, h.1960
Álvaro Pérez Zaragoza. El barquero de Viabaño, cuyo nombre se desconoce, fue un hombre que habitaba en el pueblo de Arobes, Parres, y cuya vida estaba dedicada a la profesión de barquero en el río Piloña, concretamente en la zona de Viabaño.
Este hombre se levantaba todos los días y esperaba en su barca a que llegara alguien con la intención de cruzar el río. La función del barquero era de gran ayuda para la gente del pueblo ya que, si alguien quería cruzar el río, era necesario desplazarse caminando un par de kilómetros hasta el puente más cercano, lo el barquero convertía en labor de 2 minutos.
Aquel servicio a veces era pagado con dinero como cualquier otro; pero en otras ocasiones el barquero era compensado con legumbres u otros productos que formaban parte de la cosecha del pueblo.
Una vecina de Arobes recuerda que, siendo joven, para ir a misa o al catecismo era necesario ir a la capilla de Viabaño, pues en Arobes no se celebraban con regularidad misas a lo largo del año. Debido a ello, cada vez que iban a misa tenían que solicitar el servicio del barquero, que incluso a veces les daba chocolates a los niños. Cuenta esta vecina que, el día de su comunión, tuvo que cruzar en barca vestida para la ocasión, porque no había otra forma mejor de hacerlo.