Parte delantera de la capilla, h.2020
Álvaro Pérez. La capilla está ubicada en la zona más alta del pueblo de Arobes, y pertenece a la parroquia de Viabaño en Parres. Fue construida en el siglo XVI y permanece bien conservada en la actualidad. En ella reside la figura de San Roque, santo, patrón de la fiesta del pueblo y por la que se realiza una misa cada 16 de agosto.
En el interior de la capilla, las paredes poseen motivos antropomorfos y vegetales de la mitología asturiana. La buena conservación de la capilla renacentista se debe a que no suele ser utilizada en todo el año excepto el día de San Roque. Fue renovada en el siglo XX, cuando se arreglaron los motivos interiores, los arcos apuntados y los pilares renacentistas de la entrada.
En las paredes interiores se encuentra incrustado un escudo en honor a quien mandó construir la capilla, Iñigo de Villanueva. La capilla en un principio contenía las estatuas de tres santos: San Roque, Santa Gema y San Simón. Pero estos dos últimos se quemaron en un incendio sufrido tras la guerra civil. Unos años después, se repusieron las figuras de Santa Gema y San Simón, pero San Roque ya había obtenido tanta popularidad que la capilla se quedó con su nombre.
Pili Pérez Cayarga, mi tía, cuenta que en el pasado las niñas de Arobes solían quedar en las inmediaciones de la capilla para jugar al escondite, al pillla-pilla o a las familias.
Cartel ilustrativo de la capilla de San Roque, actualmente