- Identificación del recurso: Cuerries (recintos para castañas)
- Localización/acceso: Santillán, Amieva, Asturias. Acceso a pie y en coche desde Santillán.
- Estado de conservación: bueno, en desuso
- Informadores: María José Fana González (vecina de Santillán)
- Bibliografía: no se conoce
- Autora: Marta Liaño
Marta Liaño. En el área recreativa de Trambesagües, en Santillán, encontramos unas construcciones tradicionales: les cuerries. Una cuerria es un cercado de piedra de aproximadamente un metro de alto y medio metro de grosor. Las hay de varios tamaños, desde un metro de diámetro hasta los ocho metros aproximadamente. Les cuerries pueden ser de dos tipos: elevadas sobre el terreno o enterradas. De estas últimas no se conserva ninguna, ya que en la actualidad un agujero en el terreno de ese tamaño sería peligroso en el área recreativa.
Les cuerries eran utilizadas para conservar las castañas y mantenerlas protegidas de los animales. En otoño, se recogían los aricios con las castañas, y se dejaban en la cuerria donde se tapaban con helechos y árgumas. El proceso evitaba que se estropearan y a su vez permitía que acabaran de madurar, facilitando el desprendimiento de la castaña del aricio. Las castañas aguantaban meses sin estropearse, hasta que en primavera se sacaban y se esbillaban. Después se separaban: las buenas se ponían en la cunia (estructura de madera o de palos tejidos que se colocaba encima de la cocina de leña y que servía para secar las castañas con el humo), y las de menor calidad se utilizaban para cebar a los cerdos para el “San Martín”.
Santillán tenía buenos castañares, por lo que se consumía mucha castaña y disponía de abundantes cuerries. El alcalde Ángel García taló los castaños y vendió la madera, y en el lugar promovió el área recreativa de Trambesagües, que cuenta con robles, hayas, avellanos y fresnos. Les cuerries fueron rehabilitadas en 2007 por el Taller de Empleo Intermunicipal, y aunque estén en desuso en la actualidad, se encuentran en bastante buen estado.
