Poo, 1943. Alumnos de las escuelas.
Arantxa García Villar. La enseñanza de los años 40 era muy diferente a la actual. La edad de inicio en el colegio era alrededor de los seis o siete años. Al crecer, muchos de los niños y niñas no acudían a la escuela, ya que era mucho más importante mantener la familia y los padres preferían que sus hijos trabajasen en el campo antes que asistir a las lecciones.
Solo había una clase para todos los niños y niñas y un único profesor que impartía todas las asignaturas. Entre ellas destacaban: Lengua Española, Aritmética, Historia de España y Ciencias de la Naturaleza. No estudiaban ninguna lengua extranjera, ya que lo más importante era la ideología del Régimen Franquista, la Historia Nacional y la Religión, que estaba vigente en el día a día, debían rezar al entrar y al salir del aula.
La enseñanza se apoyaba mucho en la teoría y poco en la práctica y la forma de aprender estaba basada en la repetición. Se recuerda al profesor como alguien autoritario y respetado, puesto que si los alumnos no cumplían las normas impuestas eran castigados físicamente.
Los materiales que utilizaba el alumnado eran los básicos: lápiz, goma de borrar, una enciclopedia para todas las asignaturas y una cartilla con la que aprendían a leer. Las mesas eran pupitres de madera y cada alumno tenía el suyo. Por otro lado, en aquella época no tenían ningún tipo de recurso para mantener el aula caliente en invierno, por lo que debían ir muy abrigados, algo que no podían permitirse ya que era un periodo en el que no era posible comprar la vestimenta necesaria.
Fuentes:
BENA SIERRA, Tomasa (2022). Vecina de Poo, abuela de la autora. 84 años.