por Carla Martinez Pandavenes| Mayo 8, 2021| Pensadores

CMP. M. de Unamuno (1864-1936) fue un escritor y filosofo español perteneciente a la generación del 98. Rector de la Universidad de Salamanca a lo largo de tres periodos y diputado en las Cortes constituyentes de la Segunda República. Se formó en el racionalismo y el positivismo, su filosofía no fue sistemática, sino una negación de cualquier sistema y una afirmación de fe “en si misma”. Las principales fuentes en las que Unamuno se basó para elaborar su filosofía fueron los místicos españoles: Juan de la Cruz y Teresa de Ávila.

La mística de Unamuno:

Su centro de filosofía es el deseo de inmortalidad. La ciencia no satisface tal afán ya que esta basada en la negación de la existencia de Dios, finalidad del mundo y posibilidad de supervivencia del alma. (1)

Su objeto de análisis era la dicotomía entre la razón la y fe y el anhelo de la inmortalidad del alma.

La razón es una llave necesaria en la dialéctica de la vida. Es el polo contradictorio de la fe. La fe no existe sin la razón, la realidad sin el enigma. En el positivismo Unamuno parece haber aprendido la necesidad de partir del fenómeno como punto de inicio de la existencia. “Vivir, vivir de veras, vivir espontáneamente, sin segunda intención, vivir para morir y seguir viviendo… (p.28). (2)

La fe se forma en primer lugar en la facultad voluntariamente de creer en Dios y a partir de ahí querer que dios exista. Aclaraba que desde un punto filosófico una persona escéptica no quiere decir el que duda sino el que investiga y cree que haya afirmaciones en creencias religiosas, la fe crea realmente un orden inteligible sobre las cosas, por otra parte, el escéptico a veces también puede pensar y buscar justificación visual de lo que pueda tener miedo para poder buscar una justificación de las cosas también. 

El anhelo a la inmortalidad del alma es el buscar sentido a la vida: “Si todo ser ha de morir entonces esta vida no tiene sentido” (3) Esa inmortalidad tiene que ser de todo su ser alma y cuerpo de ahí el “yo” centro de la vida no podría desaparecer jamás. Unamuno sigue la doctrina de Spinoza según la cual tiende a preservar indefinidamente en su ser y en el caso del hombre esa esencia va acompañada de conciencia.   

Reflexión: 

 En mi opinión en todas las reflexiones de Unamuno siempre estaba buscando respuestas a la razón, al pensamiento, al alma. El fue un creyente, a su vez pensaba que la ciencia nos enseña a someter nuestra razón a la verdad y a conocer y a juzgar las cosas tal como son, ya que para él la fe no existe sin la razón. Para creer en dios hay que partir de querer de que dios exista, eso es fundamental.   

Webgrafia:

(1) La filosofía de Unamuno: implicaciones y derivaciones místicas, Mario SecchiInstituto Universitario Italiano de Rosariohttps://revistas.usal.es/index.php/0210-749X/article/view/1693/1754

(2) Razón y fe en el Diario íntimo, de Miguel de Unamuno, Celso Medina http://(2) https://webs.ucm.es/info/especulo/numero27/diarioun.html

Una fe desesperada. La antropología religiosa de Miguel de Unamuno,Edward Andrés Posada Gómez. http://(3) https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-92732013000200005