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La filosofía llevada a la soledad y la obsesión

LMG. Antes de cumplir los veinticinco años, recomendado por su Ritschl, uno de sus profesores, ocupó una cátedra de lengua y literatura en la Universidad de Basilea donde enseñó desde 1869 a 1879, aunque su verdadera vocación era la filosofía. Ritschl lo recomendará para el puesto vacante en Basilea en estos términos:

«…aunque desde hace ya 39 años he visto que se desplegaban tantas fuerzas jóvenes a mi vista, nunca hasta hoy he conocido un joven a quien yo haya promovido con todas mis fuerzas, con respecto a mi disciplina, que tan pronto haya llegado a ser tan maduro como este Nietzsche»(1)

A este periodo corresponden sus primeras grandes obras filosóficas: «El nacimiento de la tragedia» (1872), «Consideraciones intempestivas» (1873-1876) y «Humano, demasiado humano» (1878).

En su primer periodo, Nietzsche entabló la lucha por el nuevo ideal de la cultura, influido por la originalidad de Schopenhauer así como por la música de Wagner a quién admiraba por renovadores. En 1878 enferma, deja la enseñanza, la Universidad le concede un retiro y comienza un periodo de vida errante a través de Europa en el que escribe varias obras. En 1881 tuvo por primera vez la intuición del eterno retorno y de este periodo de exaltación data «La gaya ciencia«. En 1882, sufre intensamente de un amor no compartido y fija su residencia en un pequeño pueblo de Génova y allí, en absoluta soledad, da nacimiento a su doble: Zaratustra.

«Nietzsche exageró estéticamente su soledad» (2)

Así hablaba Zaratustra fue su obra más significativa, donde recoge en forma de aforismo lo esencial de su filosofía, destinada a la creación del superhombre. Se ha dicho que esta obra podría considerarse la contrafigura de la Biblia. Tomado racionalmente este juicio puede que sea exacto, pero es indudable que constituye un libro de cabecera para aquellos que buscan la Verdad, el Bien y el Mal por derroteros diferentes a los viejos sistemas de raciocinio.

Sus problemas mentales fueron aumentando con el tiempo. Murió en Weimar (1990) en un estado próximo a la demencia. Tras su muerte se publicaron los fragmentos recogidos bajo el título «La voluntad de poder» y «El nacimiento de la filosofía en la época de la tragedia«.

Manifestó un gran interés por los griegos. Apreciaba también a los moralistas del siglo XVIII y a los materialistas franceses del siglo XVIII. Mostró siempre una constante repugnancia hacia el cristianismo. Para él la tragedia griega alcanza el nivel de lo sublime al lograr una síntesis feliz entre el espíritu dionisíaco (desmesura, exaltación…) y el apolíneo (mesura, orden). Propone la superación de la dicotomía pesimismo-optimismo. El pesimista retrocede ante el combate y el optimista se niega a pensar. El hombre fuerte, el único que vale para él, será el optimista trágico (al contrario de Sócrates). Su filosofía es, ante todo, una corrosiva crítica de los valores de tradición, que el ve como la decadencia del mundo moderno. Dios ha muerto, el cristianismo no es más que el resentimiento contra la vida. El hombre debe ejercer la potencia de su voluntad. Considera la estático y lo regresivo con horror: el hombre debe ejercer su libertad hasta la exaltación. Según Nietzsche el hombre actual, con su moral decadente y débil, debe ser superado. La meta es convertirse en superhombre; la existencia del superhombre era un ideal, algo imposible. En definitiva, vivió obsesionado con la idea de la decadencia.

Para muchos filósofos y artistas aún sigue siendo uno de los grandes propiciadores de lo creativo.

«Nietzsche es el filósofo más leído del mundo»(3)

Comparto mi opinión en que debemos actuar y pensar por nosotros mismos y no dejarnos llevar por la llamada «cultura de rebaño» pero para nada creo que esto tenga que implicar ser cruel y egoísta; si todos actuáramos como él dice, sin dar cuenta de nada ni a nadie, creo que la sociedad podría llegar a ser caótica, sin normas ni reglas y viviendo como seres irracionales luchando unos contra otros por la supervivencia, por ser los mejores y más poderosos. No obstante, tampoco hemos de ser débiles y creer todo lo que nos dicen, ya que esa es la manera en que solo unos (los fuertes) manejarían al resto como un rebaño de ovejas y serían aún más poderosos.

«La ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos no han producido más que rebaños de esclavos para la tiranía» (4)

Fuentes:

  1. AGUIRRE ROMERO, Joaquín María (1995): reseña sobre la obra de Nietzsche «Homero y la Filología clásica», en Espéculo , revista literaria de la Universidad Complutense. Consultado el 21/04/2021.
  2. MANN, Thomas (1938): Schopenhauer, Nietzsche, Freud, Plaza y Janés, Barcelona, 1986. Consultado el 21/04/2021.
  3. MORENO CLAROS, Luis Fernando (2019): .Nietzsche, el pensador que no cesa, en el diario El País, 27/04/2019. Consultado el 22/04/2021.
  4. WIKIPEDIA: Emiliano Zapata, revolucionario mexicano. Consultado el 21/04/2021.