Anabel Rodríguez. Como en muchas partes de España, donde es tradicional tener un traje o prenda típico, es propio de Cabrales lucir el traje de Asturiana en las procesiones, para ofrecer los ramos el día del santo.

Si hay algo que tienen en común las fiestas de los pueblos asturianos son los trajes regionales, una prenda a la que no se le da todo el valor que merece como esencia de nuestra tradición, como distintivo de la zona en la que vivimos y, sobre todo, como fruto del arduo trabajo que desarrollan ya muy pocas artesanas.

En la zona oriental destaca el traje de llanisca, pero de no menos trabajo y valor es el traje de cabraliega. Habitualmente se dice de este último que es el «traje de pobre», mientras que el de llanisca es el de rica. Sin embargo, los entendidos en la materia afirman que no es absolutamente cierto.

Ambos atuendos se comenzaron a adornar con los corales que se traían de Sevilla y de América hace ya muchos años.

  • «Me acuerdo de oír a mi abuela Balbina que antes los trajes llevaban lentejuelas. El coral se empezó a usar cuando viajó la gente a Sevilla y también cuando llegaban los indianos de América», relata María Aurora Díaz Gómez, vecina de Arenas de Cabrales de 70 años.

Antiguamente, la categoría de los trajes se reflejaba en el recargo de coral, que en las familias más pobres sería mínimo o inexistente. Sin embargo, en las casas más acomodadas los ornamentaban con coral y abalorios abundantes, y por tanto resultaba llamativo y de más lujo en los días de fiesta.

Entre el traje de cabraliega y el de llanisca existen varias diferencias. Por un lado, en el de la zona costera los mandiles son de diferentes y vivos colores, mientras que el de Cabrales siempre es negro. Además, el dibujo de la falda llanisca lleva tres tiras estrechas, y otras tres iguales a las primeras. El dibujo, bien sean flores u otro diseño, va bordado en la falda.

Las cabraliegas llevan en sus faldas una tira de terciopelo, y por cada tira, sigue debajo otra de coral en forma de picos u otras geometrías. Las tiras no van bordadas a la falda como en el diseño llanisco. Sin embargo, en un solo pico de las de Cabrales, hay más coral que en una flor estampada de Llanes.

Por lo general, el traje de Cabrales lleva más recargo de coral y por tanto exige más dedicación en la costura y más tiempo en la elaboración que han de emplear las artesanas. Aunque en teoría, sea «traje de pobre».

Indumentaria

Las cabraliegas también lucen el pañuelo, normalmente estampado, aunque no necesariamente coincidente con el de los cuerpos del vestido. El traje incluye pañuelo, camisa, pololos, medias, enagua, falda, mandil, chaqueta, dengue, banda y zapato negro. Milagros Díaz Carrera empezó a coser de joven junto a su madre. Entre las dos hicieron muchos trajes y recuperaron trajes antiguos, de los que sacaron algunos patrones, como el traje del Palacio de Arenas de Cabrales. «Tardas mucho tiempo en hacerlos y además cuestan mucho dinero», asegura Díaz Carrera.

Mª del Carmen Fernández es otra vecina de Arenas que elabora estos trajes. Los ha hecho para sus hijas y sobrinas, además de otros muchos que ha vendido:

  • «Muchos los haces a gusto del cliente, a unas les gustan los flecos más largos, a otras más cortos, unas quieren picos, y otras otros dibujos», explica.

A esta vecina le gusta sacar nuevas formas geométricas para hacer en coral. «A veces el dibujo de una servilleta en un restaurante me da una idea para luego en casa dibujarlo y empezar a coser», comenta.

El precio de estos trajes realmente artesanos se acerca a los 6.000 euros, un millón de las antiguas pesetas. No sólo la materia prima es cara sino que, además, son muchas las horas de trabajo que lleva su elaboración.

Por otro lado, y sobre todo en Arenas, gracias a la tradición del ramo y mucho más por el baile del Corri-Corri, muchas mujeres tienen traje propio. Gemma Lozano baila en el Corri-Corri, tiene su traje propio al igual que su hermana y su madre:

  • «Normalmente el traje siempre llama la atención y mucha gente nos pide permiso para sacarnos fotos. También en el propio Llanes muchas mujeres se interesan por la elaboración de estos trajes. No es la primera vez que después de bailar, nos felicitan por lo bien que está el baile y parte de ello son elogios a nuestros trajes», asegura. A veces el ‘rico’ también admira lo del ‘pobre’.
MEMORIA PARA LA INCOACIÓN DE EXPEDIENTE DE DECLARACIÓN DE BIEN DE INTERÉS  CULTURAL DE CARÁCTER INMATERIAL CORRI-CORRI. Yolanda Cerra Bada - PDF  Descargar libre