Imagen actual de la posada, en el Cuetu de Las Abellotas.
- Identificación: posada y fuente.
- Localización: Asiegu, Cabrales, Asturias.
- Estado de conservación: bueno, en uso.
- Informadores: Javier y Manuel Niembro.
- Bibliografía: no se conoce.
- Autor: Luis Manuel Rodríguez Escandón.
Luis Manuel. Cabrales como concejo tiene una importancia muy grande en lo que a peregrinaje se refiere, siendo un lugar de paso en el que convergen los caminos de tres monasterios muy importantes: Santo Toribio de Liébana, San Salvador de Celorio y San Pedro de Villanueva. Se extiende sobre el concejo una red de caminos medievales que da pie a al levantamiento de varias aldeas, y Asiegu, de la que vamos a hablar en este trabajo, es una de ellas.
Javier Niembro: “Hay una frase muy conocida con el lema de: Oviedo el origen del camino, pues en Asiegu el camino es el origen”.
La Posada de las Abellotas y la fuente de La Ería datan, según Ruiz de la Peña (Catedrático de historia medieval en la universidad de Oviedo), de la Baja Edad Media (S.XIII-XIV). La posada, perteneciente a el monasterio de San Pedro de Villanueva, dio mucho trabajo a los campesinos de la aldea, que se establecen en el barrio de La Caleya, elección estratégica por ser la zona más abrigada del viento y, en consecuencia, más caliente. Otro aliciente en la construcción de las edificaciones estaba relacionado con la vigilancia, como lo acredita la torre.
Por su parte, la fuente de La Ería se sitúa en la zona de Las Boñigas. Posiblemente, en su entorno hubiese un antiguo cementerio. Las piedras para la construcción de la fuente fueron obtenidas de La Pandiella, y el agua viene de la Sierra del Cuera.
Ambas construcciones fueron hechas de acuerdo con criterios estratégicos, aprovechando la altura de este pueblo en la medianía, pues no se va muy arriba, y el consecuente gradiente térmico, con temperaturas bajas en invierno, pero mejores que las del fondo del valle, debido a los embolsamientos de aire frio por falta de sol.
La fuente daba servicio al pueblo, a las ganaderías y a los peregrinos que utilizaban el camino a los distintos monasterios de la zona.
En el año 1943, con el crecimiento del pueblo, se construye una traída de agua desde la fuente de La Ería hasta la fuente de La Corrada.
Imagen actual de la fuente de La Corrada.
Para mi, realizar este trabajo fue muy interesante ya que descubrí una parte de la historia del pueblo de mi abuela.
También fue muy gratificante el tiempo que pase con los hermanos Javier y Manolo, escuchándolos hablar de la historia que fundamenta en este trabajo, así como la ilusión con la que viven y describen el pueblo donde nacieron y crearon su forma de vida.