- Autora: Isabel Morilla García.
- Informadores: Su hijo, Ramón. Su nuera, Sabina. Y, Pino García Villaverde, mi madre.
- Proyecto: Óscar García Fernández, bisabuelo de la autora.
- Nacimiento: 15 de julio de1905, en Oviedo, en la calle del Rosal.
- Fallecimiento: 12 de marzo de1995, en Mieres.
- Padres: Juana, La Carretona y Ramón, El Sombrereru.
Óscar García Fernández siempre renació que tuvo una buena infancia, sobre todo cuando se dedicaba a recorrer aquellas calles en las que paseaba Clarín, que él no llegó a conocer aunque sus padres sí.
Con tal solo 17 años, comienza a trabajar de fogonero en la popular máquina que iba desde Penon, en Mieres, hasta el Vasco, en Oviedo. Gracias a su profesión, él se empieza a dar cuenta de la injusta desigualdad que había entre ricos y trabajadores.
Al poco de comenzar a trabajar, se convocó una huelga minera. Durante la huelga, él vio llegar un tren lleno de carbón, operado por esquiroles. Entonces, su idea fue cruzar la vía del tren para cambiar las agujas, y así poder descarrilar el tren. A sus 17 años, fue la primera vez que pisó la cárcel, tras un juicio de guerra acusado de sabotaje, aunque finalmente no le hicieron nada por ser menor. Sin embargo, sí es cierto que esa fue su primera vez, entre tantas otras, y siempre por sus ideales políticos.
Después de unos años, vuelve a Mieres para ir a buscar a su amor de juventud. En sus palabras: ”Mío Pilar, mi compañera de vida y, a la que no hice feliz por seguir siempre mis ideales políticos”. Sí, ella es Pilar Álvarez Iturrioz, con la que tuvo 4 hijos, Óscar, Luis, Ramón y Pili. Con 23 años, empieza a trabajar en algo que él admiraba, ser camarero, la profesión que más tarde fue la proyección de su vida. “Empieza como aprendí” en el Hotel Navarra, luego en el Ayala y, subiendo de categoría, en el Hotel Principado y Club de Tenis, hasta que llegó a la categoría de maitre en el Tropical de Gijón y, de aquí a San Sebastián, Pamplona y otros destinos.
Hasta que, por fin, se vuelve a asentar en Mieres, donde haciendo extras como maitre, siempre atendiendo y sirviendo con discreción, con seriedad, educación y lo que podríamos decir que era su «»regla de oro: mantener las distancias y hacer las cosas con gusto, sabiendo que servir una mesa es un trabajo y, no un acto servil. De esa manera, comenzó a atender a gente tan conocida como el General Franco y a su esposa, Carlos Arias Navarro, los Reyes de España, la Duquesa De Alba, Severo Ochoa y un conjunto notable de artistas, pintores, actores de teatro, escritores, etc.
Aunque durante toda su vida se movió por escenarios de élite, siguió siendo un hombre de principios: sentía un compromiso con el P.C.A. (Partido Comunista de Asturias), pues sí, él era comunista, y en Mieres había fundado la agrupación local con Tino el del Café, José Prieto Magdalena y, alguno más en el año 1927.
Sus principales aficiones eran cantar y escribir. Cantó toda su vida en el Orfeón de Mieres y no solo le encantaba escribir sino también recitar sus poemas. En ellos, describe su tierra pasando de los verdes prados a la Asturias negra de la mina, con sus mineros, las desigualdades, el sufrimiento en la prisión y muchos otros motivos más.
Tenía una amiga, Dolores Ibarruri, también conocida como La Pasionaria, con la que se dedicaba a establecer contactos por el monte con los fugados. Por las mañanas, a veces, igual estaban en el Club de Campo atendiendo a Girón o a Arias Navarro y, por las tardes, conspirando con los más señalados del Comité Central. Ya en 1934, había participado en el asalto a la emisora de Radio Oviedo, y también en la toma del Teatro Campoamor, donde tantos banquetes daría después.
Sus ideales lo llevaron varias veces a prisión, y otras al punto de ser fusilado. En varias ocasiones fue torturado y apaleado. A pesar de todo ello, debido a su profesión de maitre, lo llamaban continuamente para atender banquetes, donde siempre se acababa enterando de los pasos que iban a dar los franquistas, transmitiendo inmediatamente esa información a los camaradas.